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domingo, 4 de enero de 2015

Bacalar y su relación con el Yax ché o ceiba.




Yax ché árbol sagrado de los mayas.
A propósito del tremendo error cometido al etiquetar una ceiba como un pich, Bacalar tiene una gran relación con el ese majestuoso árbol conocido en la región como yaxché o ceiba. Quintana Roo y la Península de Yucatán fueron territorio de la gran cultura Maya. Los mayas valoraban la naturaleza, solo tomaban de ella lo que necesitaban para subsistir. Se identificaban con la naturaleza, se sentían parte de ella y sus misterios.


La ceiba  alcanza 60 a 70 metros de altura, con un tronco grueso que puede llegar a medir más de 3 m de diámetro, con raíces tabulares. El tronco y muchas de sus ramas mayores están densamente pobladas de espinas largas y robustas. Las hojas están divididas en 5 a 9 folíolos más pequeños, cada hoja sobrepasa los 20 cm. Los árboles adultos producen varios cientos de frutos, cápsulas dehiscentes de unos 15 cm (a veces mal llamadas vainas, que es otro fruto diferente). Las cápsulas contienen semillas que se encuentran rodeadas por una fibra amarillenta de aspecto algodonoso, que es una mezcla de lignina y de celulosa.

La ceiba en la cosmovisión maya

En lengua maya de la península de Yucatán, Yaxché, es el nombre de la ceiba, árbol sagrado. La cosmogonía maya menciona en una de las leyendas del Popol Vuh que los dioses creadores sembraron en los cuatro rumbos del cosmos sus respectivas ceibas sagradas, al este la ceiba roja, al oeste la ceiba negra, al sur la ceiba amarilla y al norte la ceiba blanca.  También sembraron una quinta ceiba al centro de todos estos rumbos, en sus raíces ubicaron el Xibalbá o Mitnal que era la morada de los muertos, en su base colocaron el Kab o la tierra que habitamos los seres vivos y en su fuste y ramas establecieron su morada los dioses, mientras que en la cima de su copa habitaba el origen de todos los dioses en la forma de un precioso quetzal celestial.

La Ceiba era un árbol sagrado para los Mayas. La altura de este árbol hizo creer a los Mayas que sus ramas soportaban a los cielos, mientras que sus profundas raíces eran los medios de comunicación entre el mundo de los vivos y el Inframundo.

Símbolo de vida, grandeza, bondad, belleza y unión, la ceiba un árbol gigante, entró al " mundo divino " desde tiempos precolombinos, cuando tenía especial importancia, pues sus nativos acostunbraban celebrar sus ritos bajo su follaje, considerándolo Sagrado.

Para los antiguos Mayas, la ceiba representaba la comunicación entre el cielo y el inframundo, en tanto en la actualidad, sus descendientes la respectan cómo sinónimo de sabiduría y resistencia.

Abre sus ramas mayores hacia los cuatros puntos cardinales y de esta manera se une a la cuádruple deidad que rige los vientos y las lluvias.

Para lo Mayas eran árboles que no podían ser destruídos, supremos y que aparecen incluso representados en el arte junto a sus dioses o deidades, cómo un simbolismo de su propia existencia.

La ceiba y las leyendas

La leyenda de la Xtabay, este ser del monte habita bajo los árboles de ceiba, es una hermosa mujer que seduce a los hombres y después los destruye dejando un rasguño o una mordida y el pecho abierto con marcas de garras


En las primeras semanas de enero el Yaxché o ceiba empieza a florear siendo digno espectáculo de belleza natural. En Bacalar hay ceibas en la entrada sur donde está el reilete de pueblos mágicos, en la escuela primaria Joaquín Baranda, en el parque central, en la costera y en distintos puntos. Incluso hay un hotel denominado La Ceiba en la calle 8 con calle 3.

Es por esas razones que el yaxché está ligado a Bacalar, su significado y relevancia.